viernes, 25 de agosto de 2017

EXÉRESIS SIMPLE DE LESIÓN CUTÁNEA

Es la técnica quirúrgica recomendada en lesiones pigmentarias de la piel. También es denominada excisión fusiforme, es de ejecución fácil y permite una óptima cicatrización de los tejidos, con muy buenos resultados estéticos.(Fig. 2).

El diseño se efectúa en forma de huso, cuyos ejes guardan la proporción de 3:1, es decir, el eje mayor del huso debe medir tres veces la del eje transversal o menor; esto garantiza un cierre sin tensión y evita al mismo tiempo las inestéticas “orejas de perro” que requerirán corrección quirúrgica. (Fig. 3)

Previa infiltración local, en abanico o en pirámide (según el tamaño y profundidad de la lesión) del agente anestésico, se mantendrá la piel perilesional en tensión, antes de incidir sobre el plano epidérmico sano, evitando el biselado
que va a comprometer la sutura final. La incisión cutánea se completará en toda la periferia para evitar que el límite de seguridad sea ocultado
por el sangrado.


Una vez completada la incisión cutánea, en forma de huso y siguiendo las líneas de Langer, uno de los bordes será elevado (con pinza o erina) para proceder con visión directa y comodidad a disecar y seccionar en planos profundos (subcutáneos) mediante tijeras curvas o bisturí.

Se realiza hemostasia minuciosa por electrocoagulación y eventual ligadura, para continuar con la sutura de la resección por planos. Sutura absorbible para subcutáneo y sutura inabsorbible para piel.

Se debe seguir escrupulosamente la distancia o margen de seguridad dependiendo de la lesión a extirpar. (Fig. 4).

EXCISIÓN EN “M”
Cuando el huso a extirpar supera lo razonable, existe una técnica denominada exéresis en “M” o M-plastia, que consiste en, una vez delimitado el huso teórico, se eliminan de la exéresis los dos vértices del mismo, haciendo una incisión en forma de M enfrentada, con lo que el eje mayor del huso queda enormemente reducido (Fig. 5).
La sutura de estas “M” requieren el uso del punto de vértice para no isquemizar los bordes.(Fig. 6)
EXÉRESIS EN BLOQUE
Esta técnica consiste en extirpar la lesión y sus alrededores, es usada en quistes de inclusión dérmicos y en quistes sebáceos donde la retirada de la piel que engloba parte de la lesión es imposible (Fig. 7).
Se procede a diseñar el huso correspondiente, teniendo en cuenta que sus vértices deben quedar fuera del margen quístico para poder, a través de ellos, hacer una extirpación segura (Fig. 8).
RESECCIÓN DE QUISTE SEBÁCEO
Bajo infiltración de un anestésico local en pirámide, se procede a una resección en bloque del quiste sebáceo alrededor del poro asociado en forma de huso. La resección debe comenzar en uno de los vértices del uso inciso, de forma que podamos evidenciar con claridad la pared del quiste. Con disección a punta de tijera o de bisturí se procederá con sumo cuidado a disectar la totalidad del quiste, sin romperlo. Se hará una sutura subcuticular si procede y una sutura dérmica. (Fig. 9)
  
HEMANGIOMA 
También llamado angioma eruptivo o granuloma piógeno pediculado. Es una formación neovascular benigna de aparición brusca y con características de lesión en forma de hongo, roja, rodeada por la base de epidermis en forma de collar y con tendencia al sangrado espontáneo o tras ligero traumatismo. Se suele desarrollar a partir de un angioma existente y después de una
infección bacteriana.El diagnóstico diferencial más importante es con el melanoma nodular amelanocítico, con el carcinoma espinocelular. El tratamiento es la resección de la lesión y ligadura de vasos asociados a este tipo de formación. Lo habitual es que la base de la lesión se encuentre macerada y con un epitelio ampolloso que va a dificultar la cicatrización de la sutura resultante de la excisión.
LIPOMA
Se reconocen por ser masas redondeadas, móviles y blandas.
El lipoma es un tumor adiposo de crecimiento benigno que se puede desarrollar en casi cualquier órgano del cuerpo, aunque se encuentra más comúnmente en la capa subcutánea justo bajo la piel, y con una localización de cabeza, cuello, hombros y espalda (Figs. 11-13).

Un lipoma generalmente crece en forma lenta y es una masa indolora suave y móvil bajo la piel, no siendo dolorosos, en la mayoría de los casos. El grado de molestia, irritación o dolor a causa del crecimiento de un lipoma depende de en qué parte del cuerpo y que órgano o tejido, sobre todo nervioso y vascular circundante, haya afectado el lipoma.

La extirpación quirúrgica es el único tratamiento curativo. Entre las posibles complicaciones de la exéresis del lipoma son:
1. Infección quirúrgica.
2. Hematomas.
3. Lesión de los nervios cercanos con pareste-
sias y/o anestesia permanente.
4. Lesión de los vasculares.
6. Cicatrización excesiva o contractura dérmica.
7. Embolia grasa (en exéresis muy grandes y
dificultosas).
8. Seromas por dejar grandes espacios muer-
tos y no usar medios de drenajes tipo Pen-
rosse o similar.
Se debe realizar un diagnóstico diferencial,
entre otros, con:
• Quiste epidermoide.
• Tumor subcutáneo.
• Liposarcomas.
• Enfermedad metastásica.
• Eritema nodoso.
• Infecciones y hematomas.
TUMOR PEDICULADO EN PÁRPADO
Previa infiltración anestésica en la base del acrocordón, se procede a la electrocoagulación por su base hasta la total extirpación del mismo.
Hay que tener en cuenta que esta técnica sólo es posible en tumores de base pequeña. En acrocordones u otras lesiones de base ancha se debe hacer una exéresis con bisturí frío y posterior sutura, ya que una quemadura amplia produciría una cicatrización retráctil a nivel palpebral inadmisible. (Fig. 14)
La electrocoagulación por la base del tumor se hará traccionando del mismo para retirar lo máximo posible las estructuras nobles del ojo del calor generado por el electrocauterio o el electrobisturí.
LOBULOPLASTIA AURICULAR
Bajo anestesia local, bien con bloqueo auricular completo o con infiltración del lóbulo (con anestésico local sin vasoconstrictor), se disecará bajo bisturí frío, o tijeras de puntas rectas, luna zona triangular que englobe toda la lesión lobular. Seguidamente se efectuará una hemostasia adecuada con electrocauterio o electrobisturí, procediendo a la sutura del defecto cutáneo producido por la incisión, comenzando siempre por la cara mastoidea lobular, para terminar por la cara expuesta o exterior, teniendo la precaución de no dejar un vértice totalmente inestético, en el extremo del lóbulo auricular. (Figs.15 y 16)

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